Hemos hablado bastante del apego, de lo que es exactamente y cómo se va dando. Pero ¿qué hay detrás?, ¿estamos "programados" para sentir apego?, ¿de dónde viene?. En este post te contamos las bases biológicas de esta relación especial y la naturaleza animal que hay detrás.
¿Te has preguntado alguna vez cuál es la función del apego?. Como casi todas las cosas en relación a los humanos, el apego viene de nuestra necesidad primitiva de supervivencia. Cuando hace miles de años atrás nacía un niño, éste tenía altas probabilidades de morir debido a depredadores, enfermedades o las duras condiciones de vida. Un recién nacido humano -a diferencia de otras crías de especies animales- necesita los cuidados de otro absolutamente para todo. No podría sobrevivir solo, ni buscar alimento por sí mismo, ni caminar para buscarlo. Por esta razón, la naturaleza ha evolucionado de manera de asegurar la supervivencia de los recién nacidos, instaurando este mecanismo de protección donde es totalmente innato para la madre cuidar al bebé.
Según John Bowlby (notable por su interés en el desarrollo infantil y sus pioneros trabajos sobre la teoría del apego), el apego de forma a partir de la necesidad del niño de estar con figuras que lo ayuden a sobrevivir, y esto da lugar a cinco respuestas instintivas en el bebé: llorar, chupar, aferrarse al otro, aproximarse y sonreír. Estas conductas tienen como objetivo acercarse a la figura cuidadora que protegerá al niño y lo cuidará de "peligros". El rol activo en este acercamiento lo tiene en un primer momento la madre. El bebé lo provoca a través de “señales” tales como el llanto, la sonrisa, el balbuceo, los gestos y el llamado cuyo objetivo es llevar a la madre hacia el hijo. Posteriormente, el niño asume este rol desarrollando las “conductas de acercamiento” cuyo objetivo es llevarlo a él hacia la madre.
Aspectos Biológicos
Desde el punto de vista biológico, el sistema de apego cumpliría la función de combatir la activación de respuestas ansiosas, miedo o estrés provocado por amenazas ambientales. Es interesante destacar que el comportamiento de las mamás antes y después del parto tienen un fuerte componente biológico. Aunque obviamente las emociones y la cognición aportan al comportamiento de la madre, es clave en esta etapa la alteración de algunos componentes neuroquímicos en el cerebro y la liberación de algunas sustancias. Sin este factor del sistema nervioso, estas experiencias del pre y postparto no tendrían la intensidad emocional que realmente tienen. Pero ¿qué desencadena la conducta materna de "cuidar" al recién nacido con tanta inmediatez?. Se cree que es una mezcla de liberación intensa de hormonas sumado al paso del bebé por el canal de parto.
Primer Encuentro
Cuando el niño nace y es puesto de inmediato en contacto con la mamá, este primer encuentro tiene una naturaleza muy "animal". Biológicamente estamos programados para este momento. Cuando el recién nacido es posicionado sobre el pecho de la madre, éste se "arrastra" sobre el pecho buscando el pezón, y cuando lo encuentra comienza espontáneamente al succionar. Este momento es importante y los expertos recomiendan dentro de lo posible buscarlo y no interrumpirlo. Las madres naturalmente se conmueven al ver su bebé por primera vez, y hay un fuerte deseo de tocarlo, mirarlo y asegurarse de que esté bien. A pesar de ser un momento clave, recordemos que el apego es un vínculo afectivo y no depende exclusivamente por este primer momento.
Los científicos postulan que hay un cambio importante en los neurotransmisores a nivel cerebral que podrían estar relacionados con este sentimiento de cercanía y afecto que se da luego del parto. La oxitocina, por ejemplo, además de estimular la contracción del útero en el parto y promover la formación de leche, tendría un papel clave en iniciar los comportamientos maternales de cuidar al bebé. Además, la oxitocina disminuye la ansiedad y aumenta la sensación de confianza en otros.
Por otro lado, Las endorfinas liberadas en el parto contribuyen a disminuir el dolor y provocan esa sensación placentera de bienestar y felicidad.
Separación
Así como hay factores biológicos involucrados en la conducta de apego y acercamiento del bebé a la mamá, la evidencia plantea que podrían existir también sistemas involucrados en evitar la separación. Se postula que habría un "sistema de pánico" que estaría destinado a mediar estas respuestas al ser separado de la madre: llanto de características particulares, pérdida de apetito y de sueño, irritabilidad y depresión. Estas conductas podrían explicar que los bebés busquen a la madre incluso cuando la madre es una figura de estrés (violencia o negligencia).
Crianza Compartida
A pesar de que el rol materno es clave en el apego y generalmente es la figura principal junto con el padre, hay algunos autores que plantean que los humanos necesitamos reproducirnos y cuidar de la descendencia de forma cooperativa. Este concepto de crianza cooperativa se refiere q la participación de otros (aparte de los padres) en el cuidado de los niños, que ayudan y cooperan en la crianza. La ciencia muestra que hay una tendencia marcada de los adultos de sentirse atraídos por los bebés: cuando vemos uno, aunque no sea nuestro ni sea familiar, en general se da el fuerte deseo de tomarlo y abrazarlo. En general esta conducta es más fuerte en las mujeres y por eso se plantea que estaría ligada a la formación de un grupo que comparte la crianza con la madre, para apoyarla en estos años exigentes.
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