A medida que avanzan los meses en el contexto de pandemia, de a poco vamos viendo cómo todos intentamos funcionar en esta nueva normalidad. Puede que pronto tengas que salir de tu casa con tus hijos, o puede que ya lo estés haciendo. En cualquier caso, hay algunas cosas que debes saber para que sigamos cuidándonos entre todos y aplanando la curva de contagios.
Según los datos disponibles hasta la fecha, los niños con COVID-19 tienen mejor pronóstico que los adultos, siendo pocos los casos graves reportados, y en casos leves se recuperan en 1-2 semanas después del inicio de la enfermedad. Sin embargo, se puede producir el contagio de niños a adultos y a otros niños. Además, se ha visto que la eliminación del virus en las secreciones respiratorias y en las heces es más prolongada en los niños con síntomas leves que en los adultos, lo cual hace que sean más contagiosos y tengamos que extremar los cuidados.
Recomendaciones
Información
Primero que nada, se recomienda que se ponga a disposición de los niños y en formato amigable para que comprendan, información para advertir y ofrecer las instrucciones necesarias sobre el lavado de manos e higiene respiratoria
(incluyendo protección con flexión del codo al toser o estornudar). Si los niños comprenden por qué deben hacer algo, es más probable que lo hagan. De esta forma, es buena idea que nos tomemos el tiempo de explicarles de forma clara pero concisa cómo se contagia el coronavirus y por qué es importante que ellos colaboren en prevenir su propagación.
Supervisión
Los niños tienen algunas características que hacen que sea difícil la prevención. Dependiendo de la edad, dentro de estas características podemos encontrar que no controlan la emisión de secreciones, menor capacidad para adoptar medidas de higiene personal, dificultad para mantener mascarilla sobre nariz y boca en los más pequeños, dificultad para controlar sus desplazamientos y permanecer quietos en un lugar determinado.
Debido a lo anterior es fundamental que los padres insistan a aquellos lo suficientemente grandes para poder comprender instrucciones. Esto hace imperativo que como padres nos hagamos plenamente responsables y tomemos conciencia al usar espacios de uso público al salir con nuestros hijos.
Prevención
Si no necesitas salir de tu casa, no salgas. Es decir, prioriza las salidas sólo para lo más importante, como ir al supermercado, a la farmacia, y a controles médicos si tus hijos lo necesitan, o a vacunarse si aún no lo han echo. Si estás en comunas que no están en cuarentena, aprovecha de salir una vez al día con tus niños a pasear, ya que es importante que boten energías, se muevan y se despejen (manteniendo la distancia y con mascarillas). Pero no hagas salidas innecesarias ni reuniones familiares o con grandes grupos de gente. Recuerda, la prevención es la mejor medida que tenemos para combatir el coronavirus.
Otras medidas
En las salas de espera pediátricas no debe haber materiales como juguetes, libros u otros utensilios que los niños puedan compartir y en los que no se pueda garantizar que se cumplen las normas de limpieza e higiene de material recomendadas.
Los pacientes pediátricos que acudan a los centros sanitarios con síntomas de infección respiratoria aguda deben recibir y ponerse una mascarilla quirúrgica, si es posible. Además, sus acompañantes adultos también deben usar mascarilla.
OJO que la recomendación de los especialistas es que los bebés no usen mascarilla. El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, detalló que su uso puede traerle consecuencias graves a los bebé. Esto se debe a que sus vías respiratorias son pequeñas, por lo que respirar a través de una mascarilla podría ser aún más difícil para ellos. Recomiendan que NO se deben colocar cubiertas de tela en los niños menores de dos años. Si el bebé tiene dificultades para respirar, no podrá quitarse la mascarilla y podría asfixiarse con facilidad.
Los menores de un año deberán mantenerse en los coches, sillas o sistemas de retención de bebés y apartados de los demás pacientes.
Debe mantenerse una distancia de dos metros entre pacientes.
Planificar e implementar sistemas de comunicación a distancia con los pacientes. Todo ello para minimizar las consultas presenciales, garantizar el cumplimiento de los medicamentos y regímenes terapéuticos actuales, y ofrecer instrucciones por teléfono si enferman, evitando en lo posible su asistencia a las consultas o programar citas más flexibles en horarios de menor afluencia de pacientes, adaptando las agendas de los profesionales. Es decir, si tu pediatra puede ver a tu hijo/a vía online, es preferible a que lo tengas que llevar a la consulta física.
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