Como ya sabemos, los primeros años de vida son un período crítico de la vida, donde los niños absorben muchísima información de lo que experimentan y se ven influenciados por el ambiente. Día a día viven grandes momentos de aprendizaje -ya sea lo notemos o no- que van moldeando su personalidad, habilidades lenguísticas, cognitivas, entre otros. Pero ¿sabemos cómo aprenden los niños? En este post les contamos cómo es ese fundamental proceso de aprendizaje
El juego: Principal fuente de aprendizaje
Cuando vemos a un niño/a jugar, podemos pensar en lo lindo/a que se ve, en lo entretenido que está, o en lo ocupado que se mantiene, para que podamos hacer nuestras cosas. Sin embargo, al ver jugar a un niño/a, también podríamos maravillarnos y sorprendernos de lo mucho que está aprendiendo -dependiendo obviamente de las cualidades del juego y de lo acorde a la edad-. En palabras de la Unicef, "Alentar a los niños a jugar y explorar les ayuda a aprender y desarrollarse social, emocional, física e intelectualmente." Es decir, -como ya hemos mencionado- el juego es el principal medio a través del cual los niños aprenden un sinfín de cosas. No es meramente una forma de pasar el tiempo, o de entretenerse, sino que es un potente motor del aprendizaje en variados ámbitos. Un niño/a aprende reglas sociales cuando juega a imitar la realidad, aprende vocabulario y conceptos nuevos cuando le leemos un cuento, y aprende a controlar su cuerpo en el espacio cuando lo llevamos a los juegos de la plaza.
Por esta razón, la Unicef -y los distintos medios de expertos- recomiendan estimular el juego en los niños en el día a día e incluirlo en las interacciones diarias. Las familias y educadores tienen un rol enorme en promover el juego y la exploración como medios del aprendizaje. (Si quieres saber más del juego, haz click aquí).
Cualidades Innatas
La naturaleza es sabia. Todos tenemos este impulso interior para aprender cosas nuevas que nos permitan mayor conocimiento del mundo -y por lo tanto desempeñarnos mejor en él- y en la infancia eso se manifiesta mucho más evidentemente que en otras etapas de la vida. Como podemos imaginar, los niños tienen algunas cualidades innatas que propician el aprendizaje y la adquisición de nuevos conocimientos. (Innato significa "aquello que no es aprendido y pertenece a la naturaleza de un ser desde su origen o nacimiento".) Se nos viene a la cabeza la clásica situación de los niños de alrededor de los 3-4 años en preguntar repetidamente "¿..y porqué...?" hasta volver locos a los padres. ¿Porqué preguntan tantas cosas? Porque están intentando entender el mundo y su impulso interior de exploración y conocimientos los lleva a buscar respuestas. A continuación les contamos algunos puntos clave que los niños usan para enfocar su aprendizaje.
Curiosidad e interés: preguntan todo, intrusean espacios, les llama la atención lo nuevo.
Iniciativa: en general los niños inician el juego sin ninguna solicitud por parte de los adultos. Están inclinados a aceptar tareas y "enganchar" en oportunidades de aprendizaje si son llamativas.
Perseverancia y atención: la capacidad de un niño/a de intentar una y otra vez algo que está aprendiendo -como abotonarse un chaleco-, y la de mantenerse atento cuando está interesado.
Creatividad e invención: La capacidad de inventar las ideas más locas y de crear cosas nuevas a partir de lo cotidiano; los niños son expertos en esto.
Experiencias y ambiente
Además del rol fundamental del juego en el aprendizaje y de la presencia de cualidades innatas, el aprendizaje en los niños se ve fuertemente influenciado por las experiencias que viven y el ambiente al que están expuestos desde que nacen. Un niño que vive en el campo puede saber mucho sobre las vacas, cómo se hace el queso, y cómo cosechar manzanas, mientras que otro que vive en pleno Santiago en un departamento puede saber sobre autos, micros y cómo funciona el ascensor de su edificio. Asimismo, un niño/a que vive en condiciones de vulnerabilidad y entornos pobres de estímulos puede tener menos conocimientos por experiencias. En este sentido es importante tener en cuenta el entorno al evaluar "cuánto sabe" un niño/a, ya que lo que es usual y familiar para uno puede ser algo completamente desconocido para otro.
Imitación
El aprendizaje es primordialmente una actividad social. Sin ir más lejos, de acuerdo con el psicólogo Lev Vygotsky, los niños aprenden haciendo suyas las actividades, hábitos, vocabulario e ideas de la comunidad en la que crecen. A veces podemos escuchar a un niño decir algo o hacer algo y pensar "¡¿cómo aprendió eso?!", y resulta que lo escuchó/vió de los papás del niño vecino con el que juega.
Intuitivamente, todos sabemos que los niños aprenden a través de la imitación, pero ¿qué es la imitación?. El desarrollo cognitivo es el proceso por medio del cual el cerebro absorbe la información para “dar un significado” – algo que nuestros cerebros hacen de forma natural. El modo del cerebro de los bebés y niños es de dar significado es a través de la experiencias, que se componen principalmente de la interacción con la gente importante en su vida. Esto refleja lo ya mencionado, de que el aprendizaje es social, y para los bebés, incluye imitar a la gente de su alrededor.
La imitación ofrece a los niños la oportunidad de practicar y llegar a dominar nuevas habilidades. La imitación también sirve como base para el desarrollo de la empatía, o la habilidad de experimentar lo que otra persona siente. Aún a una muy temprana edad, los niños imitan el comportamiento de sus padres. El comportamiento del padre o proveedor de cuidado presenta lecciones poderosas para un niño y deja impresiones en el desarrollo de la mente. Como resultado, los niños almacenan en sus mentes ambas imágenes positivas y negativas que pueden ser imitadas o puestas a prueba posteriormente. A continuación les contamos algunas cosas interesantes de la imitación:
Los niños/as de cada cultura muestran la misma habilidad para imitar.
La imitación no es una habilidad que los niños aprenden – es una habilidad con la que nacen
La habilidad de un niño/a para imitar acciones simples, tales como sacar la lengua, viene de la misma parte del cerebro que permite a los niños pequeños desarrollar la empatía.
Los niños prestan atención a lo que los demás niños hacen.
Los niños más pequeños admiran lo que hacen los niños mayores.
Los juegos que incluyen la imitación y demás interacciones sociales ayudan a los niños a sentir una conexión social con los otros niños.
Referencias
Cómo aprenden los Niños. Serie Prácticas Educativas. Stella Vosniadou, Academia Internacional de Educación, 2000.
Guía de Aprendizaje Infantil, Estado de Nueva York. Early Childhood Advisory Counsil.