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Motricidad Fina: lo que debes saber


Todos tenemos la noción de que la motricidad fina es la habilidad para manipular cosas con movimientos precisos de las manos, pero sabemos en realidad ¿qué es la motricidad fina?, ¿Cómo la desarrollan los niños?, ¿porqué es importante su estimulación? A continuación les contamos sobre esta entretenida -y muy importante- habilidad.

Definición: la motricidad fina involucra el uso de pequeños músculos de las manos en actividades que requieren alta precisión. Requiere la coordinación del uso de la mano con la información visual, (coordinación oculo-manual) y se relaciona estrechamente con las habilidades cognitivas. Son las acciones que se producen a diario con pequeños grupos musculares pero gran precisión y coordinación: como recoger objetos entre el pulgar y el dedo índice, usando un lápiz para escribir con cuidado, sosteniendo un tenedor y usarlo para comer.

Como podemos pensar, la eficiencia en la motricidad fina influencia de manera importante la calidad de la tarea que se realiza, así como la velocidad con que se hace.

¿Porqué es importante?

Las habilidades de la motricidad fina son enormemente relevantes no sólo en tareas cotidianas -como comer, lavarse los dientes o vestirse- sino que además, representan la base de las tareas en el ámbito escolar. Pensemos en un niño de 6 años que está empezando a aprender a leer y escribir, por ejemplo.

Debe tener suficiente coordinación y precisión manual para sostener un lápiz con adecuada presión, alineación y secuencia de movimiento, para dibujar una letra en un papel. Cuando un niño presenta problemas en la lectoescritura, muchas veces se atribuye a problemas en el aprendizaje, pero ¿cuántas veces pensamos en las habilidades de motricidad fina que hay detrás?.

Cuando hay dificultades en la motricidad fina, pueden aparecer problemas de autoestima en el niño -al no poder realizar o encontrar demasiado difícil tareas como abotonarse el delantal por ejemplo- y un pobre desempeño en el ámbito escolar. Por otro lado, cuando un niño/a ha tenido experiencias de juego que involucren la motricidad fina, probablemente disfrute o logre desempeñarse de forma adecuada en tareas "tranquilas" como armar un puzzle, dibujar o pintar.

¿Cómo se desarrolla?

Durante el primer año la manipulación pasa por tres etapas progresivas en donde el bebé va ganando precisión y coordinación en los movimientos con sus manos. Así, durante los primeros meses a medida que va disminuyendo el reflejo de prehensión, el bebé se va dando cuenta de que está sosteniendo algo, por ejemplo. Al comienzo la mano toma objetos con forma cilíndrica, usando todos los dedos como si fuesen uno, y el talón de la mano (agarre palmar). A los 5 meses un bebé sacude y golpea objetos, pasa juguetes de una mano a la otra. A los 8 meses pueden tomar pequeñas pelotas, ya que han desarrollado el agarre esférico. Al año de vida, en general aparece el hito más grande en la motricidad fina que es el uso de la pinza fina (o pinza terminal): tomar objetos pequeños entre el pulgar y el dedo índice. Además, los niños a esta edad pueden jugar con un juguete usando ambas manos de forma simultánea y coordinada.

Entre el año de vida y los 3 años, la manipulación va aumentando progresivamente en complejidad. Los niños aprenden a encajar piezas, meter/sacar objetos pequeños de una caja, construir torres, pasar las páginas de un libro, abrir y cerrar cajones...etc. Además se van incorporando a las tareas cotidianas como comer con cuchara/tenedor, beber de un vaso, ponerse los zapatos, colaborar al vestirse, echarse crema, lavarse los dientes... Es muy importante darle la oportunidad a los niños de aprender. Los padres y/o cuidadores frecuentemente estamos apurados, sobrecargados, o distraídos, pero debemos recordar que es en los pequeños momentos del día a día, que los niños van aprendiendo.

Entre los 3 y 4 años, los niños ya se han incorporado al jardín o preescolar. Deben aprender a atarse los cordones de los zapatos y a abrocharse los botones. A los tres años, su control sobre el lápiz es mayor y se demuestra al dibujar un círculo o a una persona, aunque sus trazos son aún muy simples. En clase, a los cuatro años, aprenderán a utilizar las tijeras, a copiar formas geométricas y letras, y a hacer objetos con plasticina de dos o tres partes.

 

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